El oficial principal Juan Moreno y el cabo primero Armando Valenzuela, quienes se desempeñan en la guardia de Casa de Gobierno, le practicaron maniobras de reanimación a la nena, que se había ahogado con un caramelo.
Los efectivos reconocidos: a la izquierda, el oficial principal Juan Moreno y a su lado, el cabo primero Armando Valenzuela.
Este miércoles por la tarde, un hombre se presentó en su vehículo particular en el puesto N°1 de Casa de Gobierno. Solicitaba de manera desesperada el auxilio del personal policial, ya que su hija de 3 años se había ahogado al ingerir un caramelo.
De manera inmediata, el oficial principal Juan Moreno y el cabo primero Armando Valenzuela, que dependen de la dirección General Protección Ejecutiva, aplicaron sus conocimientos en primeros auxilios y realizaron la maniobra de Heimlich a la niña y lograron liberar sus vías respiratorias y reanimarla. Posteriormente solicitaron una ambulancia, pero el padre decidió trasladar a la nena en su vehículo hacia el Hospital Central ‘Doctor Ramón Carrillo’.
Tras tomar conocimiento del hecho, el jefe de la Policía de San Luis, comisario general (RV) Pablo Vieytes, recibió este jueves a los efectivos, quienes estuvieron acompañados por el oficial de servicio de la guardia, comisario Jorge Espinace. La Jefatura de Policía emitió una resolución mediante la cual reconoció y felicitó a los dos policías, destacando el accionar que llevaron a cabo ante esa situación. Dicha resolución será incorporada al legajo personal de ambos policías.
“Estas acciones son dignas de destacar y merecen el reconocimiento porque van más allá de la función policial. El acto de salvar una vida nace de uno mismo, y a ustedes les nació”, les dijo el comisario general Vieytes a los efectivos durante el encuentro. Y agregó: “Desde la Policía de la Provincia reconocemos y felicitamos este accionar. Nos llena de orgullo, emoción y satisfacción el sentido humano que hay dentro de nuestras filas”.
Con respecto al hecho, el oficial principal Moreno comentó: “Cuando el padre de la niña se acercó hasta el puesto a pedirnos ayuda, lo primero que hicimos fue constatar si ella estaba respirando y luego realizamos la maniobra para poder reanimarla”. “Vimos mucha desesperación por parte del papá de la nena debido a la situación, pero pudimos tranquilizarlo e hicimos la reanimación con calma, tal como lo aprendimos a través de distintas capacitaciones. De esa manera logramos que la niña volviera en sí. Además, le brindamos contención al padre tras el momento”, sumó Valenzuela.