Una jueza le permitió al hombre recuperar su libertad a cambio de entregar un auto. Igual seguirá imputado.
Después de ocho días en el calabozo de una comisaría de Villa Mercedes, Francisco Zúñiga Muñoz recuperó la libertad. “El Chileno”, como lo conocen por su nacionalidad, seguirá imputado por lanzar una bomba molotov fuera de la iglesia Nuestra Señora de La Merced, pero la jueza de Garantía Mirta Ucelay le dio la oportunidad de esperar el juicio fuera de las rejas con la imposición de una fianza. Lo que entregó como objeto de valor para asegurar que cumplirá con las condiciones judiciales fue un auto.
La magistrada sostuvo la imputación por el delito de “Intimidación pública”, pero también rechazó algunos planteos de nulidad hechos por la defensa y el pedido de cuatro meses de prisión preventiva solicitado por el fiscal Francisco Assat. “La jueza tomó como una fianza un vehículo y le dispuso ciertas medidas, como iniciar un tratamiento psicológico y psiquiátrico por sus adicciones y fijar un domicilio aquí, en Villa Mercedes”, detalló el fiscal instructor.
El domicilio que informó Zúñiga Muñoz en la ciudad es el de su pareja, con quien tiene una familia. Si bien en un primer momento la Policía había señalado que “El Chileno” no tenía donde vivir, Assat aclaró que, en realidad, tiene una pareja e hijos y que viaja bastante seguido a su país natal. El auto que ofreció como garantía del cumplimiento de las disposiciones de la magistrada y que permanecerá sujeto al proceso judicial durante cuatro meses es también propiedad de la madre de sus hijos.
No obstante, el fiscal aclaró que, de su parte, evaluará si en los próximos días formulará apelación contra lo resuelto por Ucelay.
En la audiencia, el representante del Ministerio Fiscal indicó nuevamente las pruebas que lo llevan a sostener su acusación.
“Tenemos muchos testimonios de personas que lo vieron (Zúñiga Muñoz), incluso cuando armaba la bomba en frente de la plaza (Pedernera), está la denuncia del sacerdote, los registros de las cámaras de la estación de servicio en los que se ve cuando carga cien pesos de nafta súper que después usa para fabricar la molotov y el video de la cámara de la iglesia, que lo tomó en el momento en que se retiró del templo para después armar la bomba y también están las pericias de criminalística”, detalló.
La bomba casera fue lanzada contra una pared lateral de la iglesia el domingo 11, alrededor de las 20:15. Según la denuncia del párroco David Picca, unos 40 minutos antes el imputado había entrado al templo para hablar con él. Zúñiga Muñoz le comentó que tenía un problema. Si bien el sacerdote se mostró dispuesto a darle una mano, a su vez le aclaró que ese no era un buen momento, porque estaba a punto de celebrar una misa.
Ese comentario molestó a “El Chileno”, quien empezó a gritar y a alzar los brazos. Le preguntó a viva voz al párroco por qué lo discriminaba y lo insultó mientras caminaba hacia la salida.
ED