Las Consejerías Integrales de Género son un espacio de guía y contención, que surgió en la provincia como política pública a principios de 2020 y como proyecto de trabajo comunitario y en red. Con el objetivo de promover la construcción y fortalecimiento de los tejidos sociales dentro de cada ciudad, barrio, pueblo y paraje.
Según datos de la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad, las 20 oficinas distribuidas en la provincia, que son atendidas por 71 personas capacitadas, reciben un promedio de 180 a 200 consultas por mes.
Las consejerías son el primer contacto entre las mujeres y disidencias violentadas y el Estado: brindan asesoramiento legal, primera asistencia psicológica o ingreso a grupos interdisciplinarios; luego los casos se derivan al Programa de Seguimiento Interdisciplinario de Casos, que se ocupa de hacer llamadas durante el tiempo que la persona desea acompañamiento.
“A las consejerías comenzaron a pensar y crear en el inicio de la gestión y hoy tenemos 20 en toda la provincia, en un trabajo articulado con el Ministerio de Desarrollo Social que realizamos en base a estadísticas con los distintos tipos de violencia de género y en diálogo con los municipios”, recordó Ayelén Mazzina, secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad.