El Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS) brindó atención veterinaria y evalúa a cuatro lechuzas de campanario que fueron rescatadas en una vivienda familiar en la localidad de La Toma. Los profesionales observarán a las aves los próximos días para programar su liberación.
Las lechuzas habían anidado en un galpón, y si bien no representaban un riesgo para la familia que habita la casa, sí estaban expuestas a perros o gatos domésticos que pudiesen amenazarlas, por lo que los propietarios se comunicaron con Policía Ecológica, que efectuó el traslado al CCVS.
Como primera medida recibieron evaluación veterinaria y ahora, en una segunda etapa, las aves están siendo observadas con cámaras trampa para que el equipo evalúe los comportamientos óptimos de vuelo y alimentación, para determinar el regreso a su hábitat.
Las lechuzas de campanario en los ecosistemas de la provincia
Las lechuzas de campanario tienen un importante rol en el control de roedores y otros vectores transmisores de enfermedades, convirtiéndose en verdaderas saneadoras del ambiente. Esto se debe a su dieta, basada principalmente de pequeños vertebrados, roedores, insectos y, en algunos casos, pequeños peces y reptiles.
Entre sus características se destacan sus largas plumas blancas y un pintoresco círculo en la cara con forma de corazón. La especie mide entre 33 y 35 centímetros y tiene un peso promedio de 350 gramos. A pesar de que estas aves poseen pocos depredadores naturales, han sido y siguen siendo víctimas de las acciones humanas, con atribuciones de malos augurios y numerosas supersticiones, afectando su bienestar en su hábitat natural. Otra de las amenazas que presenta esta especie es el mascotismo y tráfico ilegal.