Este tipo de actividades tienen muchos beneficios para los más pequeños, teniendo en cuenta que estimulan la creatividad y el aprendizaje, y además son potenciadores del trabajo en equipo y la solidaridad entre las personas.
Además el armado de las botellas de amor incentiva la educación ambiental y sirve para concientizar a una edad temprana la verdadera dimensión de lo que consumimos y desechamos a diario.
Promover en las nuevas generaciones estas cualidades es muy importante, ya que se continuarán desarrollando luego en las escuelas, y ayudan a delinear el futuro de los alumnos.