por Ignacio Castro
Juana es defensora central y muy buena cabeceadora así que sabe adelantarse en las pelotas paradas donde se impone en el salto. Fuera de la cancha la niña también supo imponer su sueño, seguir jugando en categorías competitivas de la Liga Regional Roca.
Es una historia con final feliz y tiene como protagonista a, Juana Rost, una niña de 11 años de Italo que se propuso seguir jugando junto a sus compañeros y generar con esto un precedente de integración de las niñas en el fútbol que en categorías competitivas estaba vedado solo a varones.
Todo empezó en 2016 cuando Juana a los 4 años concurrió a jugar para las divisiones recreativas del Club de su pueblo, el 25 de Mayo de Italo, allí fue recibida con las puertas abiertas y no tardó en destacarse por sus habilidades para el deporte que transformándose para ella en una pasión. Paso el tiempo y cuando cumplió 10 años (en 2022) la niña se anoticio de que no podría seguir jugando junto a sus compañeros y allí se gestó una movida que la tuvo como protagonista y también a, Ariel Vidoret, el Intendente de la localidad y que actualmente preside la Subcomisión de Divisiones infanto juveniles del Club.
Vidoret, fue por pedido de la niña quien, días atrás, envió la nota formal en nombre del Club 25 de Mayo dirigida a la mesa directiva de la liga Regional solicitando la autorización para que, Juana Rost, de 11 años pueda seguir jugando al fútbol este año junto a sus compañeros en categoría competitiva Sub-12.
En diálogo con puntal el dirigente y mandatario local señaló al respecto, “esto viene desde que mi sobrina, también jugadora de fútbol, arranca con el tema este en la Pampa y la AFA la termina autorizando porque el Club no la quería fichar. En este caso Juanita jugó todas las inferiores en el Club. Entraba este año en las competitivas y no podía jugar y cuando estuvo el festejo del aniversario del Club vino y me dijo que tenía que lograr que ella pudiera seguir jugando en el 25 de Mayo, entonces en esa misma fiesta la lleve a la mesa donde estaba el presidente de la Liga (Juan Puchetta) y se lo planteó ella directamente”, comenta Vidoret y agrega, “ luego hicimos el pedido formal y tuvo resultado positivo, no había nada que impidiera jugar, menos con los antecedentes que había en La Pampa. Lo bueno es que no es solo para Juana sino para todas las chicas que estén en esa edad y que les guste jugar al futbol y más que todo en los pueblos chicos como los nuestros donde es muy difícil armar una categoría de nenas”, dice el mandatario local.
La familia de Juana recibió la noticia de la mejor manera, la mamá, Claudia Avalle, cuenta que desde un principio decidieron apoyar a su hija para poder cumplir el sueño de seguir jugando con sus compañeros pero que últimamente habían “colgado los botines” ya que lo veían muy difícil pero que la niña jamás bajo los brazos y siempre mantuvo viva la esperanza.
El fútbol es todo para Juana
En casa de los Rost el fútbol está al orden del día, “Juana desde los cuatro años que juega al fútbol con sus compañeros es fanática de Racing y la única nena que jugaba al fútbol y no había posibilidad de llevarla a ningún lado, apasionada a este deporte desde siempre con su papá y hermanos jugadores, empieza a jugar en forma recreativa en el club hasta que cumple los 9 años y le dicen que es el último año que puede jugar porque a partir de los 10 comienzan a competir por puntos y la Liga no lo permitiría, ahí nos entramos en contacto una mama de Guamini hace toda una movida en redes sociales por las chicas que quieren jugar al fútbol mixto donde son pueblos chicos que no se puede armar un grupo de nenas”, comenta Claudia y agrega, “nos habíamos dado por vencidos, Juana empezó a buscar otras alternativas, empezó con hockey y vóley femenino porque es muy deportista. Hasta que un día fue ella misma la que hablo con el Presidente de la Liga y le plantea poder jugar. Que le parecía raro que en hockey se permitirá un jugador masculino en la cancha y en fútbol no se permitieran jugadoras femeninas. Entonces, Ariel Vidoret, comenzó las gestiones el no colgó los botines y se recibió la respuesta que nos puso felices a todos, Juana ayer volvió a entrenar con una sonrisa enorme”, dice emocionada la madre.
Claudia destaca que los compañeros de equipo de Juana la aceptan como una más, también son sus compañeros de grado, de cumpleaños, de salidas. “A nivel nacional parece que no se comprendía que hay casos en pueblos chicos donde no se alcanza a formar categorías de fútbol femenino y la única posibilidad es competir en fútbol mixto”, dice.
Quienes la ver jugar a Juana aseguran que no hay ninguna diferencia de nivel con respecto a sus compañeros, ahora la niña tiene como meta destacarse en el Torneo del Fútbol infanto juvenil “Matias Bazan” que comenzará los primeros días de marzo.
Actualmente en esta Liga no llama la atención de que las nenas integren equipos en categorías recreativas, de hecho casi todos los clubes las tienen. Pero, quizás sin saberlo, Juana abrió las puertas para estas niñas puedan aspirar a seguir en este deporte sin que la pelota se pinche.