El Municipio de la localidad, a través de Universidades Populares, lanzó por primera vez este taller y el 90% de los inscriptos fueron mujeres. Tienen entre 35 y 60 años y se les suma una adolescente de 17.
Las mujeres siguen ganando terreno en diferentes ámbitos y particularmente en algunos que les estaban vedados hace años atrás, como es la albañilería. Hoy para ellas nada es imposible y, si bien muchas ayudan en la construcción de casas de familia, ahora empiezan a capacitarse para una salida laboral concreta. Desde el Municipio de Huinca Renancó bajo el programa “Universidades Populares” se propuso este año una primera experiencia en este campo de la construcción, con un curso de capacitación y sorprendió que el 90% de los inscriptos fueran mujeres.
Las clases teóricas se dictan dos veces por semana, martes y viernes en el ISET (Instituto Superior de Enseñanza Tecnológica). Comenzó en marzo de este año y tienen una duración estimada de cuatro meses.
Desde la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) informaron que la presencia femenina en ese sector aumentó un 131 por ciento entre 2003 y 2010 pero, aun así, representa solo un 5 por ciento del gremio.
Quizás no fue casualidad que el curso comenzara en marzo, el Día de la Mujer. Se inició con un total de 28 alumnos, entre ellos dos hombres, pero varios fueron dejando. Actualmente el grupo está conformado por unas 10 mujeres, cuyas edades van entre los 35 y 60 años, y una adolescente de 17, quien es alumna de una escuela técnica.
La capacitación tiene como profesora a la arquitecta Liza Sotelo, quien destaca la capacidad de las vecinas, las ganas de trabajar y el empuje de las mujeres. “El cupo de inscripción era alto, está orientado a hacer trabajos o instruirse en el campo de la construcción, están muy entusiasmadas y predispuestas, es un muy buen grupo”, destaca.
La profesional a cargo del programa dice que fue todo muy rápido, la mayoría de las chicas no tenían experiencia en el rubro, salvó la más joven, que concurre a una escuela técnica con especialidad en construcción. “Lo armé en términos para que tengan un panorama general. Es imposible enseñar todo en cuatro meses pero la verdad es que se ha avanzado bastante”, señala y agrega que “ya saben interpretar planos, saben todo lo que es reglamentario, cantidad de metros cuadrados en un terreno, diseño y cálculos. Metros cuadrados de una vivienda y material que necesitan para su construcción”.
Construir en más de un sentido
Resulta paradójico pensar en que al construir estas mujeres también tiran abajo los muros que se crearon al instalar por tanto tiempo que la albañilería es un trabajo excluyente de hombres. Por eso también decidieron ser un equipo y de hecho bastante eficiente.
Había un dilema en cuanto a la parte práctica, ya que era muy difícil que se dictara en las aulas, en horarios nocturnos, donde se realizaba lo teórico, es así que primeramente el IPET 52 –escuela técnica- cedió las instalaciones para que las alumnas fueran tomando contacto con las herramientas y el material de trabajo. Luego la cuestión se resolvió con una propuesta: realizar la construcción de parrillas en el Centro de Día que alberga a personas adultas mayores en barrio Norte de la ciudad.
Las mujeres no lo dudaron y pusieron manos a la obra. Edith Mosso, coordinadora de Universidades Populares, impulsó la iniciativa y al respecto describe: “Fuimos y relevamos unas parrillas que están en zona ferroviaria, ellas tomaron las medidas e hicieron todos los cálculos de material para comenzar el trabajo, que ya se está haciendo con éxito”.
De esta manera, las chicas se abren camino en el mundo de la construcción; unas se encargan de las medidas; otras, del material y así van coordinando y definiendo ellas mismas las tareas. “El objetivo de ellas es trabajar en casas antiguas y deterioradas, ven que hay muchas en Huinca y la idea es hacer todo lo que es revoque, así que hicimos hincapié en ese tipo de trabajo. Ellas ya saben cosas básicas y están con muchas ganas de seguir aprendiendo”, indica Liza con relación a que es factible una salida laboral, lógicamente falta aún más trabajo y capacitación, pero se puede lograr.
Cabe agregar que, en lo que respecta a educación no formal, el Municipio local, desde Universidades Populares (con el aval de la Universidad Nacional de Córdoba) y Punto Digital, dicta diferentes cursos con salida laboral, como el taller de Albañilería, Cocina, Lengua de Señas, Refrigeración y Construcción en Seco, sumando al taller de Manipulación de Alimentos, en conjunto con la Dirección de Bromatología.
Ignacio Castro