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Médicos rurales, un pilar fundamental para la salud de las familias en Córdoba

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  • Los profesionales trabajan hace una década bajo el Programa Familia Rural Sana llegando a lugares de difícil acceso y brindando una asistencia que agradecen las comunidades más alejadas.
  • El esquema de atención involucra además a enfermeros, odontólogos y promotores de salud.

Llegar a los lugares más recónditos es uno de los actos de amor más grandes que tiene un médico en su profesión, que cada 4 de julio celebra el Día del Médico Rural.

Este marco descentralizado de la atención sanitaria se convierte en una enorme causa que llevan adelante los profesionales de la salud en zonas rurales.


 

Un rol que es acompañado por un equipo interdisciplinario compuesto por enfermeros, odontólogos y promotores de salud, que vuelve fundamental el trabajo mancomunado en el momento de asistir a los pobladores de los parajes en diferentes sintomatologías.

El Día del Médico Rural da luz a una labor que tiene kilómetros de recorrido por senderos de ripio que varían su grado de complejidad según el destino programado.

Desde 2014, el Gobierno de Córdoba lleva adelante el Programa «Familia Rural Sana». Pronto a cumplir los 10 años de vigencia, el Ministerio de Salud, inició este proyecto esencial en lugares retirados del territorio provincial llegando a atender en 128 parajes en la actualidad.

El objetivo es optimizar la atención y salud de las familias rurales, a través de un enfoque integral, comunitario y humanista.

Este enfoque aborda las necesidades de salud específicas de las comunidades rurales.

“Nuestro día de trabajo es un día distinto, nosotros llegamos al hospital, generalmente organizamos todo lo que necesitamos para la atención al paciente identificando según la necesidad de la comunidad”, comentó Camila Recalde, médica del programa «Familia Rural Sana».

Este trabajo no solo incluye la revisión médica de la persona sino también la articulación con los promotores y agentes de la salud para relevar problemáticas que surjan de estas pequeñas comunidades.

“Esto a veces incluye derivar a otro especialista, ir a buscar resultados de laboratorio, pensar en interconsultas. Otras veces pensamos en talleres de alimentación y de cocina saludable, lo trabajamos con las promotoras, por eso es complejo pensarnos en una estructura rígida del hospital.”, amplió Recalde.

Estos profesionales están codo a codo con los enfermeros que también se ven involucrados en la atención temprana, controlando tensión, signos, peso o gestionar medicación a los pacientes.

En este sentido, este rol lo lleva adelante Fabiana Martínez que expresó: “Me gusta poder cumplir con las familias que a veces no tienen el acceso a un hospital público. Poder llegar en sí nuestra tarea o nuestro rol como enfermera, ya sea controlar la tensión, el peso, la talla, garantizar la medicación, que eso es como muy difícil acá. A veces se les dificulta mucho a los pacientes poder ir y retirar los remedios. Nosotros le traemos o le llenamos los papeles”.

Actualmente, el programa opera a través de dos nodos regionales: uno con base en el Hospital Aurelio Crespo, de Cruz del Eje y otro en el Hospital Provincial, de Villa Dolores.

Estas acciones son vitales para asegurar que todos los ciudadanos, sin importar su ubicación en la geografía provincial, reciban la atención adecuada.

Esta formación también fomenta un sentido de comunidad y colaboración entre los médicos, fortaleciendo la red de atención sanitaria en áreas remotas.

Las tareas se coordinan con comunas y municipios, incluyendo controles de salud escolar, de embarazadas, de adultos, de la mujer y seguimiento de personas con enfermedades crónicas.

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