Hojas, ramas, troncos y malezas de las rutas y caminos provinciales se transformaron en abono orgánico para los árboles nativos producidos en los viveros de San Luis. El material orgánico recuperado forma parte de las acciones que buscan incentivar en los ciudadanos la conciencia ambiental y la sostenibilidad de la comunidad sanluiseña.
La transformación de los residuos vegetales consiste en triturar las ramas hasta convertirlas en chips.
La iniciativa tiene diversos beneficios, el principal radica en promover la economía circular, ya que el abono producido a partir del chipeado de los restos de poda es sumamente útil para los trabajadores de los viveros provinciales que podrán eficientizar la producción de árboles autóctonos y de esta forma, cada componente de la cadena de elaboración de plantines, desde las semillas, macetas, mano de obra, abono y distribución serán sanluiseñas en su totalidad.
De la misma manera, la acción que forma parte de un acuerdo operativo entre el Ente Control de Rutas y el Ente Administrador de Plantas de Reciclado y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), reduce la proliferación de basurales o la acumulación de estos residuos a la orilla de las rutas y evitar su quema indiscriminada, lo que puede generar incendios de grandes magnitudes afectando a los ecosistemas de San Luis.
¿Cómo es el proceso de chipeado y para qué sirve?
La transformación de los residuos vegetales consiste en triturar las ramas hasta convertirlas en chips. Este producto puede ser utilizado directamente como mulching, que es una cubierta natural para proteger el suelo en jardines y huertas, o compostado.
Este material contribuye a solucionar la problemática relacionada con la acumulación de grandes volúmenes de residuos leñosos que son altamente combustibles. Al convertirlos en pequeñas astillas, pueden ser compostadas o aplicadas directamente como complemento a la fertilización de las plantas y árboles, además ayuda a proteger el suelo y evita el crecimiento de malezas. También hace un gran aporte estético, brinda tonalidades y armonía al arbolado en las viviendas.
En los suelos también se pueden ver los resultados y su impacto, ya que estabiliza su estructura, favorece la aireación del suelo, reduce la compactación, libera nutrientes, favorece el desarrollo y la actividad de microorganismos, y regula el crecimiento de plantas no deseadas.