Investigadores detectaron la variante Gamma del Sars-Cov-2 en armadillos peludos (o quriquincho) de La Pampa en Argentina. El hallazgo tiene su importancia porque se realizaron tres meses después que esta versión del virus fuera indetectable en la población argentina.
Es decir, estos mamíferos podrían funcionar como reservorios del patógeno. El descubrimiento fue realizado por el consorcio Pais, que monitorea la evolución del Sars-Cov-2 en Argentina, en colaboración con las universidades nacionales de La Pampa (UNLPam), San Martín (Unsam) y Buenos Aires (UBA).
EL virus fue hallado en cuatro ejemplares de peludos (Chaetophractus villosus) en General Pico (La Pampa) en marzo del 2022. Se realizó el diagnostico de Covid-19 y se detectaron anticuerpos neutralizantes específicos de Sars-COV-2.
Luego, se obtuvo el genoma completo del virus que resultó ser la variante Gamma, en su momento conocida como Manaos, la cual causó la segunda ola de casos en Argentina entre abril y julio del 2021. Las detecciones veterinarias fueron realizadas en marzo de este año.
“El resultado más sorprendente es el hallazgo de que estos animales estaban infectados con la variante Gamma que, según informes de Gisaid, su último registro de circulación fue el 10 de enero de 2022 en Perú y el 22 de diciembre de 2021 en Argentina”, indicaron desde el consorcio.
El trabajo fue publicado en un repositorio de prepints, por lo que todavía no pasó por la revisión de pares.
Los científicos desconocen cuál podría ser la fuente de contagio de este grupo de mamíferos ya que todas las muestras humanas analizadas en ese periodo corresponden a la variante Ómicron.
Una hipótesis es que otros animales que estaban cautivas en las instalaciones que hospedaban a los peludos podrían haber estado infectados e iniciado un brote.
“El descubrimiento de esta especie como huésped susceptible de infección por Sars-COV-2 tiene una enorme relevancia debido al creciente tránsito de esta especie desde la naturaleza hacia las zonas pobladas”, indicaron en la cuenta de Twitter del consorcio Pais. Esta especie suele aprovechar los basurales cerca de la ciudad para alimentarse.
Este grupo de investigadores recomienda intensificar los programas de vigilancia para controlar la circulación y evolución de Sars-COV-2 en huéspedes y reservorios potencialmente nuevos.
Lucas Viano – La Voz