El Gobierno de Ingeniero Luiggi, encabezado por el intendente Gustavo Salvadori, afirmó que, aunque se logró saldar buena parte de la importante deuda municipal con que se encontró al asumir el pasado 10 de diciembre, ya no está en condiciones de seguir cumpliendo con las obligaciones adquiridas con proveedores durante la administración anterior, por lo que decidió por el momento suspender el pago de lo que resta de ese pasivo, que -advirtió- no podrá abonar a menos que cuente con la ayuda del Gobierno provincial. “No vamos a poder seguir afrontando la deuda heredada de la gestión de Patricia Lavin salvo que la Provincia nos asista”, señalaron desde la actual administración en una conferencia de prensa.
Salvadori convocó a los medios ayer por la mañana para dar a conocer la complicada actualidad financiera de la Municipalidad junto a las secretarias de Finanzas, Cecilia Saborido, y de Obras Públicas, Daniela Cabrera.
Al abordar la cuestión de los números en rojo, Saborido señaló que “tras la herencia recibida de más de $60 millones, hicimos un avance en el pago de deuda en estos cien días de gestión. En términos de deuda neta, llegamos a casi el 50% de la deuda cancelada, pero con la actualización de la facturación estamos en el orden del 33%”.
Explicó que “de ese 33% que cubrimos, recibimos un 10% de aporte de Provincia y el resto fueron fondos del municipio que recibimos por coparticipación y por impuestos recaudados”. Al respecto, precisó que “la recaudación por impuestos municipales creció un 5% en el mes de enero en relación al año pasado, pero sigue siendo baja, de alrededor del 45%, no llega a 2000 frentistas que pagan sus impuestos”, informó el portal Zonal Noticias.