Por primera vez en la historia, la Municipalidad certifica un proceso de calidad, lo que ubica a la ciudad de Córdoba dentro de los más altos estándares del mundo en calidad de atención al vecino.
“La política pública de un gobierno municipal debe estar centrada en las personas. Y esos objetivos están claramente cumplidos previamente a esta validación. Hay una validación que percibimos a diario, que es la de los usuarios de la ciudad y este es un gran objetivo que se está cumpliendo”, aseguró el viceintendente, a cargo del Ejecutivo, Daniel Passerini.
El municipio emprendió un complejo proceso de adecuación y resignificación de procesos y mecanismos para simplificar y mejorar la atención de los vecinos de la ciudad distintos ejes.
En ese marco, se creó una una mesa de atención al vecino más simple, con un nuevo diseño, más funcional y accesible; se optimizaron procesos internos a través de la digitalización y simplificación de tareas; y se capacitó al personal de la Dirección de atención al vecino con herramientas y técnicas modernas.
Durante el acto, se entregaron reconocimientos a autoridades de la Universidad Católica de Córdoba, quienes colaboraron y facilitaron con compromiso y trabajo el proceso de certificación.
“Esta es una meta que adoptamos desde el primer día que asumimos bajo la dirección del intendente Martín Llaryora. Todos nos pusimos a diseñar y a trabajar incansablemente para mejorar la calidad de vida del vecino y con esto damos un paso más para que Córdoba esté cada día mejor“, destacó la secretaria general Verónica Bruera.
De ese modo, la Municipalidad de Córdoba trabaja de manera estratégica, atendiendo a las demandas, necesidades y expectativas de los vecinos, no solo del presente sino también del futuro de los distintos públicos de interés.
Las normas ISO establecen exigentes estándares a nivel internacional donde una organización decide estratégicamente adoptar un sistema para mejorar la calidad de su servicio y la satisfacción del cliente.
El acto contó con la presencia de autoridades de IRAM, la UCC y funcionarios municipales.