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Estudio en un campo del Sur de Córdoba revela la variabilidad en altura de las napas en los últimos tres años y su incidencia en la producción

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El INTA Huinca Renancó publicó un estudio realizado por un productor agropecuario de la zona cuyos datos pueden ser tomados como referencia para el trabajo agrícola.

Especialistas aseguran que la altura o profundidad de la napa es el ADN de cada lote con lo cual es importante que cada campo tenga su propio seguimiento, así lo señala la Ing. Marcela Genero del INTA local.


 

 El establecimiento donde se hizo el relevamiento  está ubicado al Noreste de Huinca, se llama El Castillo y tiene una rica historia ya que allí estaba el famoso Castillo de la Princesa, “hay que destacar en esto  al trabajo de Jorge Lasta que es médico veterinario y que se ha dedicado a la investigación en otros ámbitos, pero que es una persona muy rigurosa en lo que es la toma de datos y siempre tiene mucho compromiso con la ciencia”, señala Genero y agrega, “gracias a su trabajo y constancia podemos contar con datos de muchos años para atrás,  debe ser uno de los más antiguos en la zona que está evaluando napas y donde específicamente lo que observamos es la profundidad de las napas actualmente, donde las precipitaciones en los últimos años han sido bastante justas sin excedentes con lo cual estas napas no han recibido una recarga importante y por ende nunca han estado por encima de los dos metros  por tomar una profundidad, y siendo el promedio 2,72 metros, esto si miramos de tres años para atrás”, explica la profesional. 

También es cierto que hay momentos del año donde las napas están más altas o más bajas, “entonces estos estudios tienen mucha importancia en nuestra región, nosotros la napa la tomamos como si fuese un riego subterráneo con el que contamos a cero costo con lo cual siempre es importante saber dónde está ubicada para luego hacer un manejo que realizamos, sobretodo en fertilidad, maíz, fechas de siembra, si vamos a una fecha temprana o una fecha tardía, en el caso de soja que cultivares utilizamos y también nos define las fechas de siembra si vamos a un planteo más arriesgado  o un planteo agronómico más conservador”.

La napa y los cultivos

La profesional explica que si bien se publica este estudio para mostrarlo, es la tendencia que se está viendo en la zona, “puede haber una variabilidad entre los campos porque en algunos lugares llueve más o se realizan distintos manejos agronómicos, pero es la tendencia que venimos viendo en general en la zona,  que no estamos teniendo presencia de napas para producir nuestros cultivos”, indica. 

 De toda maneras Genero aclara que estos datos se toman de referencia, “siempre sugerimos que es algo que debemos medir en cada uno de los establecimientos porque por allí nos podemos encontrar con sorpresas y además porque depende del manejo agronómico, tienen que ver con los cultivos que se están produciendo, no es lo mismo un sistema mixto que un sistema 100% agrícola , no es lo mismo un agrícola con cultivo de cobertura que un agrícola sin cultivos coberturas, esto cambia en la dinámica de las napas por eso es importante que sea un dato de cada uno de los productores, pero tomamos este establecimiento como una  referencia y mostrar datos de donde estamos parados”, señala.

Con respecto a la actualidad en la producción en la zona Genero expone  que, “ se ha logrado sobrellevar esta ola de calor que gracias a los manejos agronómicos se ha llevado pocos lotes en su totalidad, si hubo una disminución de la producción por stress térmico básicamente, pero llegadas las lluvias hubo una recomposición importante por lo cual los daños no han sido tan severos , de todas maneras seguimos la evolución de los cultivos y cada manejo cambia considerablemente la situación”, detalla.  

Cabe agregar que para la medición de napas se colocan featimetros se hace una perforación con un barreno con una punta helicoidal que perfora casi dos pulgadas de diámetro, se encamisa y dentro de ese caño se mide la profundidad del agua. La camisa está perforada para que el agua pueda ingresar y alcanzar su nivel estabilizado con el resto del suelo.

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