Luego de meses de competencia, decenas de platos hechos, demostraciones constantes de simpatía, emociones varias, algunas felicitaciones y más reproches del jurado, Rodrigo Salcedo, el bioquímico que trabaja en el Hospital de San Martín, en el norte de la provincia, se convirtió en semifinalista de Masterchef y durante la semana disputará su lugar en la final.
Un shawarma de hongos ideado y explicado por Germán Martitegui fue el plato elegido para la trascendente emisión del domingo. A diferencia de lo que venía sucediendo con los desempates entre los participantes que ganaron estrellas durante la semana, esta vez el jurado determinó al primer semifinalista de acuerdo a cómo iba la preparación antes de terminarla. Rodolfo fue el elegido.
Eso hizo que Rodrigo tuviera que terminar su plato y presentarlo al jurado. El bioquímico que vive en San Luis quedó conforme con su trabajo, aunque había olvidado dos variantes de hongos importantes para el plato, el shitake y el melena de león.
Antes de presentar su plato, Salcedo tuvo un picante diálogo con la conductora Wanda Nara, quien lo llamó “el representante de Córdoba y San Luis”, por la provincia natal y la de residencia del competidor. Rodrigo pidió evitar ese rótulo y la modelo le replicó, astuta, que si hubiera necesitado del voto telefónico de la gente no tendría problemas en ser llamado de esa manera.
Al momento de recibir la devolución del jurado, Salcedo -quien había sido elogiado por primera vez en el ciclo por el orden en su cocina- tuvo altos y bajos. Los chefs ponderaron el sabor del shawarma y criticaron con fuerza el modo en que fue presentado, otra constante del ciclo.
A modo de resumen, Martitegui dijo que “todo lo que está mal en el plato es muy Rodrigo y todo lo que está bien en el plato es muy Rodrigo”.
ED