Gracias al invalorable material fotográfico de un ex arbitro huinquense, estos gratos recuerdos salen a la luz. Se trata de, Pablo Aimar, recordado jugador y hoy miembro del cuerpo técnico de, Lionel Scaloni. Aimar llego en 1996 con la 4ta división de River para jugar contra Nelson T. Page en el estadio “Tomas Chana”. Meses antes había hecho su debut en el seleccionado nacional juvenil de Pekerman. El partido terminó 9 a 4 con un golazo de un jugador huinquense que sorprendió hasta al plantel de River.
“Momentos inolvidables: En el año 1996 un jovencito vino a Huinca Renancó con la cuarta división de River Plate y en el año 2022 volvió con la Copa del Mundo”, señaló Horacio “Tuchi” Nieto al publicar las imágenes en sus redes sociales, donde el era el arbitro del partido y aparece con Pablo, además Nieto conserva aun la planilla original del encuentro y un pantalón de River que le obsequiaron.
Aquella tarde la cancha se vio repleta con gente que asistía de la zona a presenciar el encuentro.
Un partido especial
En aquel entonces el cotejo generó mucha expectativa y el riocuartense Aimar, iniciaba un camino glorioso en el futbol mundial, el DT que armó el equipo de Nelson con jugadores convocados de otros equipos de Huinca y zona fue, Daniel Rodríguez, “me tocó ser el técnico de Nelson ese día, citamos a varios jugadores de otros equipos de la Liga y terminamos jugando el segundo tiempo con los jugadores del club. Fue una hermosa jornada y muy linda experiencia”, recuerda.
Ignacio Elgue, fue convocado para jugar ese día y recordó como fue el partido:
“Ese día Nelson armó un rejunte de jugadores y fuimos varios a participar…. River ganó 9 a 4…. la idea era hacer tipo una exhibición de ellos… de arrancada me tocó marcar a Aimar que tenía un físico chico y delgado… a un jugador habilidoso la marca tiene que ser de arriba para desacomodarlo porque abajo te desequilibra… pero cuando lo querías mover con el pecho te ponía el hombro en el esternón y el codo en la boca del estómago…al segundo choque ya no quería más nada así que lo acompañaba para el lado que iba…. ahí nos dimos cuenta que hay jugadores totalmente diferentes en todo… y me recibí de caballo…. no le saqué una… muy lindo recuerdo Tuchi… un detalle fue que, Osvaldo Pato Escudero, hizo el mejor gol de la tarde…pasó a varios entrando desde la posición de 4 en diagonal hacia el área y la cruzó despacito… de Realicó vinieron Aguilera y Tacca”.
Pablo Aimar entró por primera vez en el predio de la AFA en 1995, con 15 años. Debutó en febrero, en un amistoso contra Paraguay, en Mar del Plata, cuando José Pekerman creía que el cordobés se iba a enredar en su pantaloncito por lo grande que le iba. A los 43 años mantiene el rostro aniñado, ahora, tapizado por una barba que bajo el sol parece pelirroja. Es un hombre sensato y sensible. Nada de estridencias ni poses, despierta respeto y admiración sin proclamas. Transparente, así lo caracteriza en un informe periodístico el Diario La Nación.
Muchos aun tenemos en la retina esa imagen del mundial donde Aimar, en un contexto de mucha presión, le cuesta respirar en el banco de suplentes, después diría una frase que queda en la historia del fútbol: “Lo primero que sentís cuando llegas al predio de AFA es que es un lugar del que no te querés ir. ¿La ropa de la selección? Hay familias que la paga en 24 cuotas y a vos te la dan para entrenar. Es un privilegio muy grande”.
I. Castro