Laboulaye aún sigue consternada por el asesinato de Joaquín Sperani y en la jornada de ayer -a una semana de haber sido hallado sin vida-, el club Huracán de la ciudad rindió un sentido y emotivo homenaje al joven de 14 años, quien fuera arquero en un equipo de las inferiores. Sus papás, Mariela Flores y Martín Sperani, fueron invitados por la institución que en la oportunidad les entregó un presente.
La breve ceremonia se llevó a cabo poco antes de las 15 horas. Pese al frío, una cantidad de vecinos y simpatizantes se dieron cita en la cancha durante la previa del partido de Primera División para participar de la conmemoración. En silencio y con profundo respeto recordaron al adolescente, quien era un apasionado del deporte, ya que practicaba fútbol y taekwondo.
El día en que el adolescente fue encontrado y se supo que fue asesinado, el club a través de sus redes sociales dio a conocer un comunicado en el que manifestaba su profundo dolor por la pérdida. “Queremos expresar nuestra tristeza y desolación por el fallecimiento del joven Joaquín Sperani, jugador de las inferiores de nuestro club. La conmoción también nos toca de cerca y pedimos que se haga justicia por él. Abrazamos a sus seres queridos en tan duro momento”, rezaba el posteo del pasado 2 de julio.
El día posterior durante el sepelio, autoridades y compañeros estuvieron acompañando a la familia Sperani. Cuando el cortejo fúnebre partía a la última morada, colocaron sobre el féretro una camiseta del club de sus amores.
Los hechos
De acuerdo con lo que consta en la causa, Joaquín desapareció el jueves 29 de junio cuando llegó a la escuela Ipem 278 “Malvinas Argentinas”, dejó la bicicleta en el patio del colegio y se retiró sin ingresar a clases.
Las cámaras de seguridad de la zona muestran al alumno cuando camina por la vereda de la escuela acompañado por su amigo (L.) y compañero que luego confesó la autoría del crimen, según fuentes de la pesquisa.
Los padres de Joaquín se alarmaron al no tener noticias suyas después de clases, dado que aseguraron que nunca les avisaron desde el colegio que su hijo no había concurrido, por lo que radicaron una denuncia que dio origen a la búsqueda.
El domingo 2 de julio el cuerpo del adolescente fue hallado por familiares en una vivienda abandonada ubicada a 100 metros del colegio, tras lo cual fue demorado el amigo de Joaquín, que no puede ser imputado por el crimen debido a que tiene 14 años y no es punible de acuerdo con la ley.
La autopsia preliminar determinó que la víctima murió debido a un traumatismo de cráneo severo.
En tanto, el último sábado los papás emitieron un comunicado en el que expusieron su disconformidad con la investigación y cuestionan el proceder del comisario jefe de la Departamental, Enrique Carreras, y del fiscal actuante en el inicio, el doctor Walter Guzmán. Al tiempo que hicieron responsables a la intendencia y a la escuela por no haber activado el alerta apenas había desaparecido el niño.