Fuente: El Diario de San Luis
Ezequiel Guerra sufrió un traumatismo craneal en un accidente de tráfico en 2019 y su familia espera el traslado a San Luis para continuar su rehabilitación, sin embargo, la obra social argumenta que el traslado a casa no es viable debido a las “terapias precarias” que se podrían brindar.
El 29 de diciembre de 2019, alrededor de las 21, Ezequiel Guerra fue impactado por una camioneta a cuatro cuadras de su casa, en la ciudad de La Punta. El impacto le provocó un traumatismo de cráneo y dejó grandes secuelas en el joven, quien en ese momento tenía 18 años. El diagnóstico no era alentador. Los profesionales de la salud le advirtieron que posiblemente iba a quedar en coma. Estuvo en terapia intensiva por 15 días en el Hospital San Luis, luego pasó a la intermedia. Llegó la pandemia y su familia determinó que era mejor trasladarlo a su casa.
Desde que llegaron a casa, la obra social no se hizo cargo de nada. El joven tuvo casi dos meses de abandono de persona, ya que no tenían nutricionistas ni enfermeras. La familia siempre recibía excusas debido al tema de la pandemia.
Pasaron dos meses desde que Ezequiel estaba en su hogar, pero una mañana su madre fue a darle la medicación y se encontró con una desgarradora escena: su hijo estaba sufriendo convulsiones. En cinco minutos tuvo cinco convulsiones y dos paros cardíacos. El chico ya había perdido toda su movilidad motriz, por lo que su hermana decidió acompañarlo al centro de rehabilitación “Castillo Morado” de Córdoba.
Ezequiel recibió el alta el 2 de noviembre de 2021, pero la familia ya había pasado mucho tiempo sin volver a su hogar. La psiquiatra a cargo de Ezequiel se cansó de notificar a Femesa para que les dieran el traslado,pero todo fue en vano. Cansados de ser ignorados, el padre de Ezequiel se acercó a la Superintendencia de la Salud en San Luis, donde se realizó una nota para que la obra social diera una respuesta dentro de los 15 días. Al no obtener ninguna contestación, se dirigió a Casa de Derechos Humanos, elaboraron otro escrito y la respuesta llegó después de cinco meses.
“Nos manifestaron que primero necesitamos un representante legal, mis padres se asesoraron con sus abogados, y le dijeron que no lo necesitan para estos casos”, señaló la hermana de Ezequiel, Florencia. Y agregó: “Después, otra de las respuestas fue que no iban a hacer el traslado a la casa porque iba a tener terapias precarias. A eso le llaman que los kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, entre otros, vayan a nuestra vivienda a realizarle las terapias y es justamente lo que pedimos”.
Florencia graficó que desde hace meses habita junto a su hermano en una pequeña habitación y que no pueden salir al exterior porque Ezequiel se contagió de un virus intrahospitalario. “Nosotros queremos que nos den el traslado y las terapias en la casa porque ellos tienen los servicios para darnos, hace 15 años estamos afiliados”, insistió al final.