Por Daniel Diaz Romero – Periodista Sala de Prensa Ambiental
El gravísimo hecho ocurrió el jueves 27 de julio cuando la máxima autoridad del Parque Nacional Ansenuza junto a un guardaparque fue a constatar un desmonte ilegal en un campo privado situado dentro del territorio de la Reserva Nacional, un área natural protegida.
Tras ingresar al lugar conocido como Puesto La Loma del Campo Coll, los funcionarios de Parques Nacionales inspeccionaron el campo ganadero de 10 mil hectáreas, propiedad de un empresario riocuartense. Allí se encontraron con el desmonte y la maquinaria con que había sido realizado: un rolo y una sembradora para implantar pasturas exóticas en el lugar.
Tras documentar el hecho los guardaparques emprendieron el regreso pero se encontraron con que les habían cerrado el camino de salida por medio de una tranquera con candado, por lo cual el vehículo oficial y los funcionarios de parques nacionales quedaron retenidos dentro del campo sin poder salir.
Luego de interminables horas de gestiones de los guardaparques para que les abrieran la tranquera, el encargado del campo -Adrián Garnica- llegó al lugar y arremetió contra ellos con insultos y golpes provocándoles cantidad de hematomas y laceraciones en todo el cuerpo.
Tras haberlos golpeado reiteradamente, Garnica decidió abrirles el paso amenazándolos de muerte, incluso.
La denuncia por el hecho quedó radicada en la comisaría de Sebastián Elcano y las heridas fueron certificadas por personal médico del Hospital Municipal Santa Rita de la misma localidad.
La Justicia aun no ha intervenido en el caso y un clima de tensión se respira en el Parque Nacional Ansenuza, creado el año pasado y situado en el noreste cordobés abarcando unas 661.416 hectáreas que protegen humedales.