Se trata de un programa Municipal que surgió durante la pandemia y que tuvo continuidad este año. El objetivo es el tejido de frazadas que realizan voluntarias, el trabajo es coordinado desde el área social y vecinal del Municipio.
Este invierno parece ser más crudo que los anteriores y a las bajas temperaturas se le suman a los costos cada vez mas onerosos de la calefacción, esto hace que muchas familias hoy no cuenten con lo indispensable para abrigarse y cuidarse del frio.
Es así que surge esta iniciativa desde el Municipio, y que ya tenía antecedentes desde el ámbito educativo ya que años atrás el Colegio IPEM 141 llevo a cabo un proyecto donde eran los alumnos que impulsaban el tejido solidario con un programa denominado Solidaridad al Cuadrado.
Es así que unas 30 vecinas de diferentes edades se sumaron a aportar horas de tejido, muchas lo hacen desde sus casas, el Municipio les aporta la lana y luego retira los cuadritos tejidos, luego las mantas confeccionadas son distribuidas bajo la coordinación del Área Social Municipal.
El programa ya cumplimentó su primera etapa y se les entregaron las primeras frazadas a familias de la localidad en situación de vulnerabilidad.
Cada vez son más manos
Edith Mosso, es una de las impulsoras y pertenece al Área de Educación del Municipio y Maria Emilia Vilchez de las Vecinales, ambas destacaron la voluntad de estas mujeres que dedican su tiempo a tejer para bienestar del prójimo, “En estos dos últimos años con la pandemia se armó un grupo de tejedoras que tejieron durante la pandemia entonces este año surgió la idea de hacerlo con las vecinales y convocar a la mayor cantidad vecinos para que nos donaran un rato de tiempo y tejer cuadritos para armar frazadas y ya terminamos la primera etapa porque está muy frio e hicimos una primera entrega a unas 10 frazadas, sabemos que hay gente que las necesita”, señala Edith Mosso.
“Estamos muy contentas y las tejedoras siguen con el trabajo ya hay lana distribuida ya que se compraron 15 kg para entregar y estamos abiertas a quien quiera sumarse a este programa porque la idea es que sean muchas y así hacer la mayor cantidad posible de frazadas, ahora tenemos que ir al Centro de Jubilados que estuvieron tejiendo también ahí”, comenta, María Emilia Vilchez.
Cabe señalar que ya hay un grupo de tejedoras conformado que tejen desde sus casas “y en estos casos sabemos que directamente terminan las frazadas, porque en los otros casos recolectamos cuadros y después armamos la frazada. Es para destacar que mucha gente viene al Municipio a buscar lana para tejer en sus casas y también del Taller de Tejido que funciona en Cultura se sumaron, es decir hay una movida importante con esto”, explican las coordinadoras.
“Cada cuadrito después se traduce en una frazada que va a abrigar a alguien y sabemos que este año está más frío y vemos que hay una necesidad, es donar un ratito de tiempo”, agrega Mosso.
De esta manera el programa apunta a paliar una necesidad concreta, pero sobretodo a forjar estas conductas solidarias que no son indiferentes hacia las circunstancias del otro.
I. Castro