El abogado de la fundación de Susana Trimarco dijo que pronto habrá medidas claves en el caso. Su papá y su abuela materna contaron el calvario que vive la familia.
El día que desapareció, Guadalupe Belén Lucero Cialone llamó a su tía Georgina por su cumpleaños. La mujer, que también es su madrina, no quería festejar, pero ella y su hermano le insistieron para ir a comer torta. Así se gestó una reunión improvisada en la casa 5 de la manzana H del barrio 544 Viviendas, que incluyó chocolate. Guada estaba vestida con unas botitas negras, una calza rosa con estampados y un buzo blanco con la palabra “Love”. Vio un rato videos en el celular de su mamá porque era la única nena, hasta que llegó su prima, que entonces tenía 3 años. Afuera hacía mucho frío, pero a pesar de ello su hermano y dos primos jugaban a la pelota en la calle, así que ellas insistieron en salir. Otra tía, Luana, les puso camperas y salió con las pequeñas para abrigar también a los chicos.
Transcurridos unos minutos, la primita entró y dijo: “Guada no está”. Se la habían llevado. Esa frase abrió una herida que la incertidumbre no deja cerrar: hoy se cumple un año de la desaparición y no hay pistas de lo que pudo haberle sucedido. Las fuerzas de seguridad de la provincia y la sociedad misma se movilizó como nunca antes, pero conforme pasó el tiempo fue ganando fuerza la hipótesis de una privación ilegítima de la libertad, apropiación e incluso trata y la investigación pasó a manos de la Justicia Federal en diciembre.
La noche del 14 de junio de 2021 la temperatura era bajísima y descendió aun más durante la madrugada, cuando empezó a soplar el viento. Policías, brigadistas, bomberos y personal municipal la buscó en descampados, mientras los vecinos del 544 Viviendas, y de barrios aledaños, recorrían las calles. En esos momentos todo fue desesperación.
Con la luz del día empezó el primer operativo de búsqueda. La segunda jornada la capital amaneció cubierta de nieve, dificultando el trabajo de los rastreadores. A esos primeros le siguieron incesantes rastrillajes que se extendieron por meses.
La República